Cerca de la capital, a 7 km, se encuentra el pueblo de Garray, en las márgenes de los ríos Duero y Tera, que cuenta con zonas habilitadas para el baño. En esta villa de origen medieval, se puede visitar la Ermita románica de Los Mártires y el yacimiento de Numancia, ciudad que resistió la invasión de Roma al mando de Publio Cornelio Escipión durante veinte años (153-133 a.C.). Se han reconstruido dos casas, una celtibérica y otra de época romana. En la capital también se puede visitar el Museo Numantino, con un fondo arqueológico y peleontológico de gran valor.

La Laguna Negra se encuentra en la comarca de Pinares, en la zona norte de la provincia, en el Parque natural de Sierra de Urbión, dominada por el pico del mismo nombre (2.228 metros). Adquirió renombre al ser el paraje donde Antonio Machado ubicó la leyenda de los Hijos de Alvargonzález. Las paredes de granito y los grandes pinares que la rodean le otorgan su aspecto oscuro y singular belleza. En la zona se pueden visitar otras lagunas del mismo origen glacial como la laguna Helada y la Laguna Larga.

Declarado Parque Natural en 1.985, es un profundo cañón calizo formado por la erosión del río a lo largo de más de 25 km., entre las provincias de Soria y Burgos. Sus acantilados son refugio del buitre leonado. Hay gran variedad de fauna: águila real, halcón peregrino, ánade real, corzos y ciervos. La ermita de San Bartolomé tiene una entrada de gran belleza. Alberga la cruz templaria y la estrella de Sión en su interior. La rodean varios olmos centenarios.

Esta ermita se encuentra en la capital soriana, sobre una gruta visigoda a orillas del Duero, en la conocida como Ruta Machadiana, en recuerdo del poeta Antonio Machado. En su interior se encuentran unas magníficas pinturas al fresco sobre la vida de este anacoreta del siglo V.

También en la capital se encuentra la Iglesia de Santo Domingo, templo románico del siglo XII, en el que destacan su esplendido rosetón central sobre un piso de arcos ciegos que enmarcan la portada.

Los pinares de Soria tienen una gran riqueza micológica, y en sus restaurantes nunca faltan los platos de boletus y otras variedades de setas. También cuenta con la mayor extensión de tierra trufera de España. Sus encinas nos obsequian con trufas de excelente calidad, gracias a un medio natural bien conservado, la altitud que supera los 1.000 metros y un clima perfecto para la producción de este manjar.

Tanto la zona del Valle en la que se encuentra la Aldehuela del Rincón como el resto de la provincia tienen paisajes de gran belleza. Un ejemplo es el Acebal de Garagüeta, en Arévalo de la Sierra. Es el mayor bosque de acebos de la Península y de Europa meridional. Tiene 406 hectáreas de bosque, de las cuales 180 son de esta planta. En esta masa de bosque hay una gran variedad de fauna, y es el hábitat de tordos, ciervos, corzos y zorzales. Tiene un extraordinario valor ecológico.